PARQUE NACIONAL CAMPOS DEL TUYU

Parque Nacional Campos del Tuyu

AREA PROTEGIDA

Preservación de especies y diversidad genética .
Protección del Venado de las Pampas, su hábitat y los Pastizales marginales costeros.

Parque Nacional Campos del Yuyu

INFORMACION GENERAL

El Parque Nacional Campos del Tuyú, de 3.040 hectáreas, ubicada en la Bahía Samborombón, fue creada como una Reserva con el fin de proteger y conservar al venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus celer), que a fines de los ´70 ya estaba seriamente amenazado. La caza y la pérdida de los ambientes originales generaron una fuerte reducción de sus números poblacionales. 
Con la creación de Campos del Tuyú, en 1979, el venado de las pampas comenzaba a ser protegido, junto con los esfuerzos realizados hasta el día de hoy por la provincia de Buenos Aires y el Municipio de General Lavalle. 

ACCESO

El área protegida que se analiza está situada en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, en el Partido de General Lavalle. Las coordenadas geográficas aproximadas son 36º 19’ Lat. Sur y  56º 50’ Long. Oeste.

Los límites del área son: al norte el  río de la Plata; al sur los establecimientos agropecuarios denominados “La Linconia” y “Las Tijeras”; al oeste la Ría de Ajó y  por el este su límite lo constituye el Arroyo Las Tijeras (Texto de la Ley  26.499). Las ciudades más cercanas son General Lavalle y San Clemente del Tuyú.

Tomando como punto de referencia la ciudad de La Plata, capital provincial se arriba desde las principales ciudades del país por las rutas que se indican a continuación:

  1. Desde el sur del país, las capitales de las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut y Río Negro la ruta de acceso directo es la RN Nº 3, hasta Cañuelas, donde girando a nuestra derecha- este- tomamos la RP 6 hasta La Plata.
  2. Desde Neuquén una de las opciones es circular por la RN 22 hasta bahía Blanca y desde ésta continuar por la RN 3.
  1. Desde Mendoza debemos tomar la RN 7  y luego de ingresar a la Capital Federal se circula por la Autopista  6, que se continúa al final de su recorrido con la que va a la ciudad de La Plata.
  1. Partiendo de cualquiera de las siguientes ciudades : San Salvador de Jujuy, Salta, San Miguel del Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, la RN Nº 9 nos conduce en forma directa a la Avenida general Paz, límite de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, la que a su vez tomándola hacia el sur en poco recorrido los carteles no marcan el acceso a la Autopista Urbana 6, que se continúa en la que une Buenos Aires con La Plata, como ya se indicó precedentemente.
  1. Desde las provincias litoraleñas- ciudades de Posadas, Resistencia-Corrientes y Paraná  la  RN 12 arriba en la proximidad de la ciudad de Zárate a la RN Nº 9 y desde ahí se sigue como se indica en el apartado anterior.
Desde la ciudad de La Plata, debe tomarse  la RP N 36 hacia el sur y poco después de la localidad de Pipinas se fusiona con la RP Nº 11. Por este asfalto se sigue hasta la ciudad de San Clemente del Tuyú y previamente los carteles indican como arribar a  General Lavalle

RECURSOS CULTURALES

En el amplio territorio de la provincia de Buenos Aires tuvieron lugar muchos acontecimientos históricos vinculados con su propio pasado y con hechos que involucraron al Virreinato del Río de la Plata en su conjunto. Hacer una detallada relación de los mismos ocuparía extensas páginas, máxime teniendo en cuenta su protagonismo en la gesta de la Nación Argentina. 
Sí nos parece oportuno extendernos en los aspectos vinculados a los primeros habitantes de este territorio, que formaron parte de medio ambiente general de una forma más estrecha que la que se establece con el hombre moderno y su entorno.
Los habitantes originarios de las llanuras pampeanas estaban formados por distintas parcialidades, conocidos genéricamente como pampas en virtud de ocupar los territorios que por su característica de gran llanura de denomina de esa manera. Hacia mediados del sighlo XVI estos habitantes fueron influidos por lo araucanos, pueblo que prevenía de la región andipatagónica, y extendió sus territorios hasta el territorio bonaerense. Los que se instalaron en la zona más septentrional son los llamados pehuenches y en la parte sur estuvieron los guénaken, culturas a las que se hace referencia más en extenso en el mismo ítem de la Provincia del Neuquén.
Pero los grandes desplazamientos humanos se produjeron en los siglos posteriores cuando el extraordinario desarrollo del ganado cimarrón en las pampas, atrajo hacia ellas núcleos importantes de indígenas que poco a poco, por alianzas militares, matrimonios y simples intereses comunes cambiaron el panorama ético del territorio. Los mencionados pampas, con el correr del tiempo sufrieron el fenómeno conocido como araucanización, es decir, la gran expansión de los araucanos y su cultura logra el amalgamiento y posterior casi desaparición de los pampas. La ocupación de esos pueblos sureños fue el factor decisivo de la confusión en el estudio étnico de estas tribus como también en la nomenclatura de las parcialidades. No obstante durante mucho tiempo los pobladores del su Córdoba, San Luis y Buenos Aires siguieron utilizando el nombre de pampas para referirse a los habitantes de estas comarcas.
Respecto a la forma de vida de los llamados pampas se puede comentar que como medio de subsistencia utilizaron la a la caza del ciervo de las pampas o venado, que se practicaba a pie mediante corridas y luego eran ultimados con arcos y flecha y las boleadores, elementos que también formaban parte de sus armas bélicas. Con el cuero de estos animales construían sus viviendas y su indumentaria, de la que formaba parte el conocido quillango que cumplía la función de abrigo. Trabajaron la piedra con la que confeccionaban sus puntas de flechas y raspadores para el preparado de las pieles y también se encontraron elementos que se presume eran utilizados como martillos y también cuchillos. Conocieron la alfarería probablemente asimilada de los querandíes, que ocupaban oriental.

Estos últimos ocuparon el territorio comprendido entre el río Carcarañá, Santa Fe, y los ríos Salado y Saladillo – ya en territorio bonaerense-. Y por el este se expandieron hasta las costas de Paraná, donde ya se ubicaban los guaraníes en su dispersión más austral. También practicaban una economía de subsistencia consistente fundamentalmente en la caza y la pesca y sus viviendas, supuestamente por los vestigios encontrados por los españoles,  era de cueros de coipo. Estaban divididos en tribus mandadas por un cacique y capitanejos secundarios. Se desconocen sus creencias religiosos y costumbres funerarias.

Respecto a las investigaciones arqueológicas, la provincia de Buenos Aires hizo importantes aportes a través de numerosos yacimientos encontrados en distintas localidades. Entre éstas se destacan Miramar, Monte Hermoso- localidades estudiadas por el célebre científico don Florentino Ameghino-, Tandil y otras de menor importancia.

Es importante destacar acá la labor de difusión de los principios de la conservación de los recursos fauna y flora silvestres, que realiza la Fundación propietaria y administradora de la Reserva, con lasvisitas guiadas que realizan todos los colegios de la zona. Se creó un centro en la localidad de general Lavalle, la que fue declarada Capital  Nacional del Venado de las Pampas. Esta mención no es sólo anecdótica: sugente y sus autoridades, a los largo de muchos años, han trabajado activamente en campañas y proyectos de conservación y educación sobre los venados y el pastizal (Corcuera, 2005). Los chicos de General Lavalle, en su inmensa mayoría, identifican perfectamente al venado y conocen su historia y su vínculo con el pastizal. Además de todo esto es rescatable desde el punto de vista cultural que estos “pagos” son uno de los pocos lugares de la provincia de Buenos Aires- y tal vez más allá también- donde se conserva el gaucho con todas sus tradiciones, lo que ha dejado una impronta sumamente importante en la identidad nacional, tema que daría lugar a  escribir muchas páginas.

Parque Nacional Campos del Yuyu

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Parque Nacional Campos del Yuyu

Parque Nacional Campos del Yuyu

Parque Nacional Campos del Yuyu

RECURSOS NATURALES

Ya desde el comienzo del siglo XX la expansión agropecuaria avasalló con  grandes superficies de campos, donde el pastizal reinaba por excelencia, y dejó paso a los monocultivos y a la explotación ganadera tanto en su modalidad extensiva en un principio, como la intensiva más tarde. Esto fue motivo, no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino en las provincias de San Luis –en cuyo escudo provincial luce la estampa del venado-, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y todas las del nordeste a excepción de Misiones, de la casi total desaparición de la especie. En 1940 el doctor Mac Donald, investigador del Museo de La Plata, fue quien dio uno de los primeros alertas sobre la escasez del venado, alerta que cundió en las mentes de los que podían hacer algo al respecto, recién hacia la década de 1960. Uno de los primeros pasos los dio la Asociación Cultural Natura con  organismos oficiales que capturaron algunos ejemplares para reinstalarlos en otro sitio y tenerlos bajo control. Para tal fin se eligió la estancia La Corona en el partido de Chascomús. Por desconocimiento del manejo de fauna silvestre se cometieron algunos errores que hicieron fracasar el emprendimiento. Uno de los perjuicios fue el traslado de los ejemplares en helicótero lo que produjo una alta mortandad en el viaje por ser un animal muy sensible al estrés – asustadizo- y también adquirieron algunas enfermedades.

En 1975, otro investigador, el doctor Hartmut Jungius, realizó un estudio de todas las poblaciones de ciervos sudamericanos y vio claramente que el ciervo de las pampas estaba en peligro y bregó para incluirlo en el Libro Rojo de la UICN, con el estatus de “En peligro de extinción”. Luego intervino un tercer protagonista de renombre, se trataba de doctor John Jackson, enviado por la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza, que puso en marcha lo que se llamó “proyecto 1303” ideado por el Fondo Mundial para la Naturaleza –WWF-. Pero la premura hizo que se fuera a la acción aunque faltaran conocimientos detallados sobre le biología de la especie y esta últimaOrganización Internacional se contactó con la Fundación Vida Silvestre Argentina, que por aquel entonces daba sus primeros pasos, y se optó por la región de la Bahía de Samborombón porque reunía varias condiciones ideales, amén de ser uno de los lugares relictuales donde todavía quedaban ejemplares silvestres de la especie.

Aquí comienza la historia de la Reserva Campos del Tuyú, que no es tema a desarrollar en este apartado. En definitiva en marzo de 1979, se crea formalmente el área protegida comenzando con unos pocos animales que prontamente se reprodujeron con éxito.

Los métodos técnicos que obran como soporte a la investigación se emplearon a pleno y hoy se les coloca receptores a los animales que son monitoreados detalladamente, permitiendo grandes avances en el conocimiento de su dieta, aspectos vinculados con su reproducción, cómo, dónde y porqué se desplazan, entre otras cuestiones de su forma de vida. La descripción de la especie se toma del trabajo de Parera (2002).  Es un ciervo de moderado tamaño- unos 70 centímetros  en la cruz-, con cornamenta de de 6 puntas y de unos 30 cm de longitud en machos bien desarrollados. Las patas son delgadas y con pezuñas bien adaptadas para la carrera en espacios libres.

La coloración predominante es la pardo-amarillenta, aunque sufre variantes geográficas, y tiene blanco en las siguientes partes: inferior del cuerpo, posterior de los muslos, inferior de la cola, parte interna de las orejas y en el rostro alrededor de los ojos y hocico. Integra el apéndice I de la CITES y fue declarado Monumento Natural Provincial en las provincias de Buenos Aires y Corrientes. En la actualidad, en la Argentina, sólo existen poblaciones silvestres en tres lugares, uno de ellos es el Parque Nacional Campos del Tuyú y algunos campos próximos a la Bahía de Samborombón, el otro está en el sur de San Luis y la tercera población en Corrientes.

También se hicieron esfuerzos tendientes a estudiar a fondo el comportamiento de gato montés común (Oncifelis geoffroyi), para lo cual en a partir de febrero de 2000, comenzó a desarrollarse el proyecto de investigación Comportamiento Espacial y Conservación de Oncifelis geoffroyi en la Reserva Campos del Tuyú. La propuesta se encuentra en el  marco de un convenio de cooperación entre Fundación Vida Silvestre Argentina y el Grupo de Ecología Comportamental de Mamíferos, de la Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca. Se llegaron a conocer algunos aspectos interesantes de esta especie como la circunstancia que el ambiente más frecuentado por los animales a los que se le colocó radiocollar fue el pastizal.

En segundo lugar, se determinó el uso de los árboles  de Celtis tala, diseminados en la superficie de área protegida, como letrinas; lo que sugirió la posibilidad de estudiarlos para comprender la dinámica histórica de los parches que han sufrido impacto antrópico en el pasado y que actualmente se encuentran bajo manejo conservacionista.

Para el tratamiento del grupo aves se repite el texto utilizado para el  Humedal de Importancia Internacional o Sitio Ramsar Bahía de Samborombón, dado que en la práctica hay una superposición de áreas protegidas, en el sentido que el Parque Nacional Campos del Tuyú forma parte de este Sitio. No obstante señalamos como particularidades de los pastizales y pajonales de estos campos la presencia dos especies de rállidos, el burrito negruzco (Porzana spiloptera), el burrito enano (Coturnicops notatus), el ñandú (Rhea americana), la monjita dominica  (Heteroxolmis dominica), donde encontraría su dispersión más austral (Coconier, 2005). También son importantes las poblaciones de chorlos que se encuentran en la costa rioplatense-marítima del Parque Nacional como en las lagunas internas donde se registraron poblaciones que llegaban al millar de individuos, siendo las especies más comunes de este grupo el playerito de rabadilla blanca (Calidris fuscicollis), la becasa de mar  (Limosa haemastica), el playerito rojizo (Calidris canutus) y el chorlo pampa (Pluvialis dominica).

El extremo sur de la Bahía de Samborombón, en las inmediaciones de Punta Rasa, es el lugar de mayor concentración de aves. Se destaca por su interés ornitológico, la presencia de chorlos y playeros, llamados también limícolas que migran del hemisferio norte para eludir el invierno de aquellas latitudes, y las especies que crían en el extremos sur y se trasladan hacia el norte en busca de territorios más calidos. La parte sur de la bahía -Punta Rasa- es utilizada, por algunas especies, como lugar de paso para reabastecerse y continuar viajes hacia zonas más meridionales. Lo mismo sucedería en el viaje de regreso. El platero rojizo (Calidris canutus) sólo hace uso de este sitio en su viaje de retorno dado que para que dirigirse al sur del continente utiliza otra ruta.Entre los emigrantes del hemisferio norte podemos mencionar: chorlo ártico (Pluviales squatarola), chorlo pampa (Pluvialis dominica), playerito blanco (Calidris alba), pitotoy grande (Tringa melanoleuca) y playero zancudo(Calidris himantopus

Contrariamente son de presencia más habitual la becasa de mar (Limosa haemestica), el playerito pectoral (Calidris melanotos), el pitotoy chico (Tringa flavipes), el chorlito palmado (Charadrius semipalmatus) y el playerito rabadilla blanca (Calidris fuscicollis). El chorlito doble collar(Charadrius falklandicus), el chorlo cabezón(Oreopholus ruficollis) y el chorlo pecho canela (Charadrius modestus) se encuentra entre los migradores que provienen del extremo sur de nuestro continente y se dirigen hacia el norte durante el otoño, llegando hasta el centro del país. El playerito esquimal (Numenius borealis), otrora visitante de los pastizales y playas bonaerenses, hoy se encuentra muy cercano a la extinción. Hay una importante presencia de especies de aves acuáticas que no pertenecen a este grupo de playeros o limícolas que sería extensa para enumerar pormenorizadamente, pero a título de ejemplo se enuncian las siguientes: la espátula rosada ( Ajaia ajaja), el flamenco (Phoenicopterus chilensis), el tero real(Himantopus melanurus), la cigüeña común (Ciconia maguari), el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), el coscoroba (Coscoroba coscoroba), varias especies de patos del género Anas, garzas, macáes, gaviotas, gaviotines y es destacable que estén presentes dos especies de los llamados burritos- habitan juncales- que se los considera amenazados, el Laterallus spilocterus y Coturnicops notatus. Podemos incluir un grupo de especies que usan como hábitat espacios arbolados y llegan a la Reserva de la Biosfera probablemente siguiendo la línea de talares y también hacen uso en el lugar de algunas especies arbóreas introducidas por el hombre. Entreestas especies se hace mención del gavilán común (Buteo magnirostris), la yerutí común (Leptotilia verreauxi), el cuclillo canela (Coccyzus melacoyphus), la golondrina parda (Progne tapera), el tordo de pico corte (Molothrus rufoaxiliaris), la tacuarita azul (Polioptila dunicola), el sietevestidos (Poospiza nigrorufa), el zorzal colorado (Turdus rufiventris), el pitiayumí (Parula pitiayumi), el coludito copetón (Leptastenura platensis) y el suirirí amarillo (Satrapa icterophrys), dejando de nombrar a muchas otras especies que acompañan a las nombradas. Por otra parte hay algunas especies andinopatágonicas que llegan a estas latitudes como el macá plateado (Podiceps occipitalis), el chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis) y la caminera común (Geositta cunicularia) y otras especies más. En períodos de sequía que las aguas se retiran las playas del sector central se amplían y en estos bancos encuentra refugio especies como el gaviotín lagunero (Sterna trudeaui), el gaviotín golondrina (Sterna hirundo), el gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea),  gaviota capuche café (Larus maculipennis), rayador (Rynchops niger) y gaviota cangrejera (Larus atlantis) y algunos otras más.

Y sin respetar el orden taxonómico hacemos breve mención a la batracofauna.  Son comunes varias anfibios adaptados a  reproducirse en charcos temporarios, que abundan luego de las lluvias intensas, como dos especies de sapos, el Bufo arenarum y el Bufo granulosus (Erize, 1993). Este mismo autor dice que hay ranas sumamente adaptadas para procrear luego de varias precipitaciones leves: es el caso del grupo cavícola Leptodactylus prognathusLeptodactylus gracilis o Leptodactylus mystacinus. Luego de la primera lluvia- continúa diciendo Erize (op. cot)- el macho de estas especies construye una cueva en el barro y desde allí canta llamando a la hembra, produciéndose la fecundación en el interior de la pequeña galería y los huevos quedan inmersos dentro de estructura gelatinosa. También es habitual de pastizal pampeano el escuerzo (Ceratophrys ornata) con un vistoso colorido amarronado, con sectores verdosos y amarillentos, que contrariamente a lo muchos creen no es venenoso aunque sí algo agresivo.

Entre los reptiles hay varias especies que son habituales de este ambiente como las culebras la falsa yarará ñata  (Lystrophis dorbygnyi), la falsa coral (Lystrophis semicinctus), aunque se la ve más en zonas algo áridas, la culebra listada (Liophis anomalus), la llamada culebra ratonera(Clelia rustica) y varias especies más. También puede observarse al lagarto avero (Tupinambis teguixin) y a las tortugas de agua  (Hydromedusa tectifera) y  (Phrynops hilarii).

El Venado de las Pampas

El ciervo o venado de las pampas por su abundancia, según  se deduce de innumerables crónicas de viajeros,  fue alimento principal de muchas culturas aborígenes de las zonas llanas, principalmente. Se lo llevó casi a la extinción  aproximadamente  en la segunda mitad del siglo XIX  con motivo  de la excesiva caza que padeció para la  explotación comercial de sus cuero, el aprovechamiento de sus cálculos renales – bezoares- y la rayadura de su cornamenta utilizada como medicina (Parera, 2002).

Continúa señalando esta autor que entre 1860 o 1870 se habrían exportado desde la Argentina unos dos millones de cueros. Como otra circunstancia muy perjudicial para su supervivencia se puede señalar la destrucción de su hábitat por la expansión de la agricultura y la ganadería. En la actualidad aparte de la población de Campos de Tuyú y sus alrededores, existe otra de mayor importancia numérica en la provincia de San Luis y en Corrientes. Afortunadamente se cuenta con una  variabilidad genética en estas poblaciones que permitiría su supervivencia. El manejo por parte de la Administración de Parques Nacionales de este relicto puede ser beneficioso para la especie por contar esta institución con mayor infraestructura y tal vez realizar intercambio de poblaciones entre los tres principales núcleos poblacionales enunciados.

Flora

La llanura pampeana se caracteriza por estar cubierta por un espeso manto de sedimentos loessoides -revestidos por suelos que de ellos derivan- o arenosos, y por un relieve de acentuada planicie con leve inclinación hacia el Atlántico. Es una llanura de construcción, esto es, una inmensa cuenca tectónica de hundimiento, paulatinamente rellenada y nivelada por sedimentos, en su mayor parte de carácter continental (Canevari, et al, 1998)

A lo largo del gradiente mar-tierra (o estuario-tierra), es posible detectar diferentes niveles de inundación que presentan distintas franjas de vegetación. En algunos lugares, este patrón no es tan marcado y el  humedal salado está constituido por un mosaico de distintos tipos de vegetación. Por lo tanto, un pantano o zona anegadiza presenta una compleja estructura vegetal en la cual todas las especies están adaptadas a las variables que ocasiona la fluctuación en el tenor salino, períodos alternados de inundación y exposición y variaciones de temperatura diaria y estacional. Debido a la variedad de ambientes la vegetación se presenta en forma de un complejo mosaico en el que se han reconocido unas siete comunidades vegetales. Las más características son los pastizales naturales, dominados por pastos duros y resistentes a los altos contenidos de sal como los espartillos del género Spartina; pequeños bosques de tala(Celtis tala), las praderas de jume o Salicornia -también conocidos como: cangrejales-, los mosaicos palustres de las lagunas y bañados (Beade, inf. s/f). Los  espartillares costeros están dominados por Spartina densiflora y S. alterniflora. Este género está compuesto por unas 16 especies -la mayoría de origen americano- que tienen por característica ser vegetales perennes, poseen tallos subterráneos –rizomas-, y  tolerantes a las condiciones salinas del medio. Aunque es predominantemente un género de plantas que habitan en zonas anegadizas  salitrosas  y otros hábitats salinos como dunas y bancos de arena, la distribución de este género no está confinada a los suelos salinos ya que existen especies que habitan otro tipo de ambientes como praderas o humedales de agua dulce.

Como se mencionó en párrafos anteriores existen talares (Celtis tala) relictuales –más al sur ya desaparecen- y en las zonas de cangrejales crecen predominantemente jumes(Salicornia virginata) con ramas ascendentes de hasta unos 80 centímetros, sufrútice rastrero y glabro, con algunas otras especies que irrumpen en algunos espacios -como Sarcocornia perennis o Cortadeira selloana- y por último  la variada vegetación de los humedales de distinto tipo que se forman en el área prospectada. A continuación se esboza una lista de las principales especies herbáceas que habitan la Reserva, según consta en el trabajo Cagnoni y Faggi, (1993) ). Estas son:  el espartillo de cangrejal (Spartina alterniflora), jumes (Salicornia ambigua), juncos (Juncus acutus), el guaycurú ( Limonium brasiliense), el esparto ( Spartina densiflora), la hierva (Agropyron scabrifolium), la llamada comúnmente chilquilla (Baccharis pingrae), apio silvestre (Apium sellowianum), el pasto hilo (Poa lanuginosa), la altamisa (Ambrosia tenuifolia), la cortadera (Cortaderia selloana), el trébol amarillo (Melilotus indicus), la carnicera  (Conyza bonariensis),  la hierva sin nombre común (Spergularia ramosa), el por algunos llamadocaraguatá  (Eryngium pandanifolium), la cerraja  (Sonchus oleraceus), las mayormente llamadas campanillas (Ipomoea sp.), la hierva palustre de variados nombres comunes  (Scirpus maritimus), la rama negra (Aster squamatus) y la enredadera (Polygonum aviculare). Además cabe mencionar muchas otras especies conspicuas la mayoría  de las  cuales no registran  nombres comunes: Centaurium pulchellum,  Distichlis spicata,  Hordeum stenostachys, Malvella leprosa,  Carex sororia, Podocoma hirsuta,  Cirsium vulgare, Cyperus cayennensis,  Stenotaphrum secundatum, Bacopa monnieri,  Apium leptophyllum,  Solanum gracilius, Atriplex patagonica,  Medicago lupulina,  Melilotus albus, Lolium multiflorum,  Solidago chilensis,  Lolium perenne,  Carduus acanthoides  y  Physalis viscosa.

 

 

 

CONTACTOS

Administración de Parques Nacionales
Av. Santa Fe 690 C1059ABN
Buenos Aires, República Argentina
Tel: (011) 4311-6633/0303
informes@apn.gov.a


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